Ya en 1948, Hermann Pilz fundó la empresa como negocio de soplado de vidrio en Esslingen. Sentó las bases del éxito de una mediana empresa familiar independiente. Comenzando con la fabricación de aparatos de vidrio para tecnología médica y relés de mercurio para aplicaciones industriales, Hermann Pilz moldeó su propio estilo de gestión. Ya entonces, los empleados asumían la responsabilidad global de un proyecto, procesando de forma independiente cada fase del trabajo, desde la soldadura y la comprobación hasta la expedición.

Así, Pilz cuenta con una tradición de empresa familiar que se remonta a más de 60 años. Su proximidad al cliente se hace patente en todos los ámbitos: Pilz infunde confianza mediante el asesoramiento personal, una elevada flexibilidad y un servicio fiable. Con servicio en todo el mundo y las 24 horas del día, en 30 filiales y sucursales, así como 15 distribuidores en todos los continentes. Pilz cuenta con más de 1.600 empleados, cada uno de ellos embajador de la seguridad, que garantizan que el activo más valioso de cualquier empresa -sus empleados- puedan trabajar de forma segura y sin lesiones si trabajan con Pilz.

Técnica, personal, ecológica y económica: éstas son las cuatro dimensiones de la automatización que la marca Pilz ofrece al hombre, la máquina y el medio ambiente, como "Embajadores de la seguridad".