En 1949 Maurizio Rossi y Luigi Cristina fundaron en Arona la empresa Officina Meccanica Sestese. En aquellos difíciles años de posguerra, la empresa emprendió la importante tarea de producir equipos y accesorios para hornos, especialmente para la producción de ladrillos. La producción de OMS pronto se afirmó tanto en el mercado que al cabo de unos años se hizo necesario cambiar de instalaciones. Así, en 1958 se inauguró una nueva planta en Arona donde continuó produciendo equipos para hornos tecnológicamente avanzados. En los años siguientes se desarrollaron y comercializaron nuevos y más sofisticados equipos y sistemas de manipulación de ladrillos. Los productos de OMS siguieron imponiéndose tanto en el mercado nacional como en el internacional, y la nueva planta pronto resultó insuficiente. Así pues, se decidió construir el nuevo complejo, mucho mayor, en Paruzzaro, cerca de Arona.

En la actualidad, Officina Meccanica Sestese ofrece una gama completa de máquinas y sistemas de envasado de final de línea. Gracias a la gran fiabilidad de sus máquinas, garantizada por años de experiencia, y a su versatilidad productiva, Officina Meccanica Sestese puede satisfacer todas las exigencias del mercado, desde la flejadora más sencilla hasta el sistema de embalaje más sofisticado. Todo ello es posible gracias a la estructura de OMS, que aúna los criterios organizativos más modernos con una gran consideración por sus trabajadores. Las 150 personas empleadas en la planta de Paruzzaro trabajan en una estructura modernamente equipada con la ayuda de la maquinaria y los sistemas informáticos más eficientes.

La filosofía de Officina Meccanica Sestese puede resumirse en los siguientes puntos: Consolidación y ampliación de la red mundial de ventas y asistencia; adopción de las tecnologías más actualizadas para el diseño y la fabricación de máquinas; adopción de nuevos y más sofisticados programas informáticos de gestión y diagnóstico de máquinas que permiten también el control y la programación del funcionamiento de las máquinas a distancia (a través de un módem); orientación hacia el suministro de "soluciones de embalaje" completas e integradas en las líneas de producción en lugar de máquinas individuales; adaptación de las máquinas a los requisitos más recientes de ahorro energético (menor uso de materias primas y energía eléctrica); y posibilidad de que las máquinas trabajen correctamente con materiales de menor impacto medioambiental.