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La deslocalización, ¡ya es una realidad!
El reshoring (es decir, la deslocalización, el proceso inverso al offshoring) permite a las empresas aprovechar los incentivos disponibles, utilizar mano de obra cualificada e innovar protegiendo la propiedad intelectual. Para algunas empresas, poder utilizar gas a muy bajo coste hace que Estados Unidos sea mucho más "rentable" que otros países, donde los costes de la electricidad y el carbón son considerablemente más altos. La eliminación de los derechos de importación y la reducción de los costes de transporte también pueden aumentar la rentabilidad, permitiendo reducir los precios para el consumidor final y financiar nuevos proyectos de investigación y desarrollo.

Por tanto, los empresarios están analizando detenidamente los costes globales de la deslocalización frente a la deslocalización y se están dando cuenta de que la rentabilidad de la inversión es mayor en este último caso.

Cientos de empresas estadounidenses se están deslocalizando dentro de las fronteras nacionales. La mayoría de los puestos de trabajo "traídos de vuelta" a Estados Unidos proceden de Asia (principalmente China) y, en un número bastante significativo, también de México y otros países. Los estados de EE.UU. que más se han beneficiado en términos de puestos de trabajo creados (o recreados) son:

Carolina del Sur 7.780
Michigan 6.721
California 6.014
Kentucky 4.612
Texas 3.712

Muchos expertos y economistas predicen que la tendencia a la "deslocalización" no ha hecho más que empezar y esperan que Estados Unidos produzca más bienes manufactureros dentro de sus fronteras en los próximos años y que los empresarios estadounidenses sigan reevaluando las oportunidades contingentes a la luz de los últimos cambios que se están produciendo a escala mundial y su efecto sobre las ventajas de fabricar en Estados Unidos en lugar de en el extranjero. Harry Moser, Presidente de la Reshoring Initiative, señala que hay entre 3 y 4 millones de puestos de trabajo fuera de EE.UU. que representan un potencial para la deslocalización.

El sector manufacturero en general puede sin duda beneficiarse de los procesos de deslocalización, tanto en términos de mejor gestión de los recursos financieros como de imagen.