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La Armada de EE.UU. encabeza el renacimiento de la industria manufacturera: una vía para reforzar la base industrial estadounidense

En un audaz movimiento para revitalizar la destreza manufacturera de Estados Unidos, la Marina de Guerra de este país está liderando la tarea de subsanar el prolongado déficit de personal cualificado y modernizar la infraestructura industrial del país. Esta iniciativa forma parte de un compromiso más amplio para reemplazar las viejas flotas de submarinos, centrándose en ampliar la mano de obra de fabricación y ayudar a los proveedores a modernizar sus instalaciones.

Los ambiciosos objetivos de la Armada, denominados Iniciativa 1+2, pretenden producir anualmente un submarino de la clase Columbia y dos de la clase Virginia. Sin embargo, para lograrlo, la industria debe superar importantes obstáculos, como la escasez de trabajadores cualificados y unas instalaciones de fabricación anticuadas. En respuesta, la Armada creó la BlueForge Alliance (BFA), una organización sin ánimo de lucro dedicada a reforzar las capacidades de los fabricantes estadounidenses.

A través de iniciativas como el programa Accelerated Training in Defense Manufacturing (ATDM), la Armada ofrece educación y formación gratuitas en áreas críticas como el mecanizado CNC, la soldadura y la fabricación aditiva. Estos programas, diseñados en colaboración con socios de la industria, dotan a los estudiantes de las habilidades necesarias para la fabricación de defensa, al tiempo que abordan los retos y estándares específicos de la industria.

La inversión en educación en fabricación va más allá de los programas de formación individuales e incluye asociaciones con colegios comunitarios y escuelas técnicas de todo el país. Con la concesión de becas y la ayuda a la inserción laboral, la Armada no sólo responde a las necesidades inmediatas de mano de obra, sino que también sienta las bases para el crecimiento y la competitividad a largo plazo de la industria manufacturera estadounidense.

Este esfuerzo concertado para reforzar la base manufacturera no sólo apoya los objetivos de producción de submarinos de la Armada, sino que también tiene implicaciones más amplias para la industria estadounidense en su conjunto. Al invertir en el desarrollo de capacidades y la modernización de las instalaciones, la Armada está allanando el camino para un sector manufacturero más resistente y competitivo a escala mundial.